Con profunda tristeza tenemos que comunicar la temprana y sorpresiva partida de María Eva Deria, hija de Hernando “Tito” Deria y de Marta Inés Vaccaro, embarazada de 7 meses, cuando fue secuestrada, junto a su compañero, durante la última dictadura cívico militar. Desde entonces, Evita, como le decíamos en Abuelas, buscaba a su hermano o hermana nacido durante el cautiverio de su madre en enero o febrero de 1979.
Evita estaba siempre presente y dispuesta para todas las actividades y acontecimientos institucionales. Participó del libro Historietas por la Identidad, protagonizó el spot Hermanos – No los dejemos con la duda, además de colaborar en cada una de las campañas impulsada por Abuelas para la búsqueda. De sonrisa amplia, mirada profunda y rulos extravagantes, Evita imponía presencia. Siempre con un cigarrillo acompañaba conversaciones y generaba preguntas. “La única foto que tenemos juntos es en la vereda de esa casa. Mamá estaba con vos en la panza", supo escribir para el hermano que seguiremos buscando.
Tito y Marta fueron secuestrados el 28 de noviembre de 1978 en su casa de la ciudad de Buenos Aires. Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que permanecieron detenidos en el centro clandestino "El Olimpo" y que a Marta, allí, la llamaban "La Gorda". Evita quedó al cuidado de su Abuela materna Rosalía Martinoia de Vaccaro y de sus dos tías, Elba y Rosalía. Al igual que sus tías fue al colegio Virgen Niña de Villa del Parque. La Abuela integró la Comisión Directiva de la institución, hasta que la salud la alejó de las actividades cotidianas, falleció en 2016. Pero Evita ya hacía tiempo que había tomado la posta en la búsqueda.
Hoy nos toda despedirla, con 48 años. No salimos del asombro, porque le quedaba mucha vida por delante. Trabajaba en el Museo Evita donde desplegó su creatividad y cultivó amistades, al igual que en Abuelas, donde se la va a extrañar profundamente.
Queremos abrazar a sus tías muy especialmente, a sus amigos y amigas, y cobijarnos para seguir adelante, hasta encontrar a su hermano y a todos los nietos y nietas que faltan.
Hasta siempre, querida Evita.