Restituido/a

Sabrina Valenzuela Negro

“Al recibir el resultado del ADN me impresionó ver que estaba toda la familia buscándome”
 Sabrina Valenzuela Negro
Nombre del nieto/a

  • ADN: 23 de diciembre, 2008

Desde que supo que era hija de desaparecidos, Sabrina Valenzuela Negro comenzó una nueva búsqueda: la de su hermano mellizo. Sabrina y “el melli”, como ella lo nombra, nacieron entre el 3 y el 4 de marzo de 1978 en el Hospital Militar de Paraná, durante el cautiverio de su madre, Raquel Negro, secuestrada con siete meses de embarazo. Ambos bebés fueron derivados al Instituto Privado de Pediatría (IPP) de esa ciudad entrerriana. Sabrina fue ingresada como "Soledad López" y su hermano como "NN López". El 27 de marzo, fueron dados de alta. La beba fue dejada en el Hogar del Huérfano de Rosario y dada en adopción a la familia Gullino, que vivía en Villa Ramallo, provincia de Buenos Aires.

La familia de Sabrina Valenzuela Negro

Raquel Carolina Ángela Negro
Madre

Raquel Carolina Ángela Negro

Desaparecida el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. Embarazada de siete meses de mellizos.

Edgar Tulio Valenzuela
Padre

Edgar Tulio Valenzuela

Estableció el último contacto con su familia el 25 de mayo de 1978. Ingresó al país en el marco de la Contraofensiva pero no hay precisiones acerca de las circunstancias de su secuestro. Continúa desaparecido.

Valenzuela - Negro
Hermanx

Valenzuela - Negro

Buscamos a un nieto que nació a principios de marzo de 1978.

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Matías Nicolás Espinosa Valenzuela
Hermanx

Matías Nicolás Espinosa Valenzuela

Nació el 6 de marzo de 1976 en Lomas de Zamora, zona sur del Gran Buenos Aires. Su madre, Norma Espinosa, y su padre, Edgar Tulio Valenzuela, se conocieron a mediados de 1974 en la zona de San Justo, donde militaban en la columna oeste de la organización Montoneros. A fines de ese año formaron pareja. Entre mayo y junio de 1975, la actividad política obligó a Tulio a radicarse en la ciudad de Santa Fe. Norma, que se desempeñaba como docente, lo acompañó. Allí convivieron cerca de un mes y en julio de 1975 se enteraron que estaban esperando un hijo. Poco después, decidieron separarse. La joven regresó a Buenos Aires, ya desconectada de la militancia, y se instaló en la casa de sus padres a la espera del nacimiento de su hijo. Cuando el pequeño Matías tenía unos seis meses, su madre organizó un encuentro con Tulio para que lo conociera. Debido a la situación de clandestinidad que estaban atravesando, el niño no pudo ser inscripto con el apellido de su padre.

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Ermelina Paoletti De Negro
Abuela materna

Ermelina Paoletti De Negro

Con la desaparición de su hija, quedó a cargo del cuidado de su nieto Sebastián. Falleció en 2003, antes de encontrar a Sabrina y a su mellizo.

Zarahay Ortega
Abuela paterna

Zarahay Ortega

Falleció el 8 de agosto de 1994, antes de abrazar a sus nietos.

A mediados de los 2000, una investigación judicial impulsada por la filial Rosario y la familia dio con una joven que podía ser la hija de Raquel y Tulio Valenzuela. En paralelo, la joven, que siempre supo que había sido adoptada, se fue acercando a la filial para despejar dudas. En 2008, el juzgado la convocó para realizarse la pericia que confirmó las sospechas. 

Rápidamente, Sabrina quiso conocer a su familia y comenzar a reconstruir su historia. Raquel, su mamá, nació el 26 de abril de 1949 en la ciudad de Santa Fe. Su familia le decía "Coca" y sus amigos "La Muda". Se recibió de asistente social y trabajó en un barrio humilde de su ciudad. Militó en la Juventud Peronista, el Movimiento Villero Peronista, la Agrupación Evita y en las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En 1976, tuvo un hijo, Sebastián, junto a Marcelino Álvarez, desaparecido a fines de ese año. Tulio, el padre de Sabrina, nació en San Juan el 21 de mayo de 1945. En 1963 se fue a Buenos Aires a estudiar Derecho. En 1976, junto a Norma Espinosa, tuvo a su primer hijo, Matías. Integró la Juventud del Partido Bloquista de San Juan y la organización ARP de su Facultad. Raquel y Tulio se conocieron militando en Montoneros. A ella la llamaban "María" y, a él, "Tucho" o "Marcos". Raquel -embarazada de mellizos-, Tulio y Sebastián vivían en Mar del Plata, cuando, el 2 de enero de 1978, fueron secuestrados por un grupo de tareas del II Cuerpo del Ejército y llevados al centro clandestino Quinta de Funes. Allí, se organizó la llamada Operación México, que pretendía asesinar a la cúpula montonera usando a Tulio como anzuelo. La pareja simuló aceptar el plan y negoció la restitución de Sebastián a su familia. Una vez que pisó suelo mexicano, Tulio se fugó y denunció los crímenes de la dictadura. En mayo estableció el último contacto. Se sabe que ingresó al país con la Contraofensiva. Raquel, Tulio y el mellizo continúan desaparecidos.

19782 de enero

Desaparición de la madre

1978marzo

Nacimiento del/a nieto/a

200823 de diciembre

Restitución

96Número de caso resuelto

“Me gusta pensar que la identidad no es solamente lo biológico, sino también todo lo que uno ha construido y lo que va a construir.”
Sabrina Valenzuela Negro

Necesito verte hoy

“Con la restitución de mi identidad se logró unir a mi familia Valenzuela con los Negro. Por los Valenzuela tengo a mi hermano Matías y por los Negro tengo a Seba. Ahora estamos los tres juntos buscando al melli”, grafica Sabrina y reflexiona: “Él va construyendo nuestra identidad porque de alguna manera es la clave de nuestros encuentros”. En 2011, Sabrina y Sebastián fueron querellantes en el juicio Hospital Militar de Paraná, el primero por delitos de lesa humanidad en Entre Ríos. Cinco militares y un médico anestesista fueron condenados por supresión de identidad. En 2018, con el juicio a tres médicos del IPP, la búsqueda tomó un nuevo impulso. En la Justicia, los testimonios de las enfermeras lograron probar la complicidad y derrumbaron la teoría de que el mellizo no había salido con vida del hospital. Sabrina, desde su trabajo en el área de Difusión de Abuelas, con campañas como "Necesito verte hoy", aporta a la búsqueda de su hermano y de los cientos de hombres y mujeres que continúan apropiados.

“Quiero que sepan que aún dentro de esta situación yo soy feliz. Creo que no hay nada en el mundo tan hermoso como tener un hijo, criarlo, educarlo, tratar de hacerlo feliz”.
Raquel Negro, desde la clandestinidad.

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