25 de noviembre de 2025
Confirma un plan para destruir los consensos democráticos.
Las Abuelas de Plaza de Mayo nos sumamos a repudiar el nombramiento de Carlos Alberto Presti como ministro de Defensa de la Nación, la primera vez desde la recuperación de la democracia que se designa en esa cartera a un militar en ejercicio. Todo un gesto, una decisión coherente con las que este Gobierno viene tomando sobre las políticas de memoria desde su asunción: una provocación.
Presti, además de ser jefe del Ejército, es el hijo de Roque Carlos Presti, acusado de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar. Presti padre estuvo al frente del Regimiento de Infantería 7 en La Plata, a cargo de la represión del área 13, controlando los Centros Clandestinos de Detención La Cacha, Pozo de Arana y Comisaría 5ta, entre otros. Entre los crímenes por los que estuvo imputado figura el operativo en la casa Teruggi-Mariani, de donde se llevaron a Clara Anahí, de tres meses, y a quien aún seguimos buscando.
Más allá de los nombres y parentescos, lo que esta designación confirma es que el gobierno nacional tiene el plan de torcer la historia colectiva de Memoria, Verdad y Justicia. En el historial podemos recordar sus primeras acciones para obstaculizar la búsqueda de los nietos y nietas apropiadas: impidió que desde el Ministerio de Defensa y Seguridad se remitiera información a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para contribuir a la búsqueda de los bebés robados durante la última dictadura. Luego, el Ministerio de Defensa envió funcionarios a la Unidad 34 de Campo de Mayo para reunirse con represores condenados por delitos de lesa humanidad que conspiran para lograr impunidad. La siguiente medida fue echar de esa cartera a los expertos que analizaban archivos para contribuir al hallazgo de nuestros nietos y nietas y para aportar pruebas a los juicios de lesa humanidad. Y recientemente el Gobierno votó en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en contra de una resolución para prevenir y erradicar la tortura, desconociendo el lugar de nuestro país de respeto a los derechos humanos.
En esta nueva etapa, ya esbozada por el subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, ante Naciones Unidas, buscan instalar el relato de la memoria completa, como si la información que falta sobre lo ocurrido en dictadura fuera responsabilidad de las familias de las víctimas del terrorismo de Estado.
Volvemos a repetir que esta sociedad sería más justa y sana si tuviéramos datos completos sobre los padecimientos en nuestro país durante la última dictadura. La información sobre el destino de los desaparecidos, de los bebés robados y sobre cada operativo, o acción llevada adelante en esa época la tienen quienes estuvieron a cargo, participaron y llevaron adelante el terrorismo de Estado en la Argentina, como Roque Presti, que nunca nos dijo dónde está Clara Anahí.
Por eso decimos que el nombramiento de Carlos Alberto Presti, además de una provocación y una ofensa, es un daño profundo a nuestra democracia. Por tanto, esperamos que si Presti asume como ministro de la democracia renuncie a su cargo militar, para continuar con el consenso logrado acerca de que este cargo debe ser ocupado por civiles como ha ocurrido desde la recuperación de la democracia durante todos los gobiernos. También pedimos que se manifieste a favor del esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad; se comprometa con el esclarecimiento de los delitos de apropiación y desaparición forzada, aportando información desde su Ministerio, y se pronuncie condenando los crímenes de la última dictadura.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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