Noticias · 26 de abril de 2022
Los orígenes del Boletín Informaciones, predecesor del mensuario de Abuelas
- Fuente: Abuelas
- Autor: Equipo Conicet: Isabella Cosse, Carla Villalta, Agostina Gentili, Soledad Gesteira, Fabricio Laino, Carolina Perelló, Jorge Rubel y Ana Laura Sucari.
El equipo de investigadores de Conicet que colabora con el Archivo de Abuelas inicia una serie de artículos a partir de su acercamiento al acervo institucional para narrar trazos de nuestra historia desde los documentos.
En abril de 1982, las Abuelas llevaban varios años de lucha. Desde el comienzo, habían visitado incansablemente comisarías, regimientos, juzgados e instituciones de menores; se habían entrevistado con autoridades militares, eclesiásticas y judiciales. No había tarea más prioritaria que denunciar y reclamar información. Es comprensible, entonces, que las Abuelas hayan decidido denominar Informaciones a su boletín.
El primer número da cuenta de la organización en aquel período. Como todas las tareas que llevaban adelante, el boletín se construía de manera artesanal. Consistía en una hoja tamaño A4 doblada al medio (el N° 1) o en tríptico (del 2 al 7) y escrita a máquina. Se reproducía probablemente a mimeógrafo. Su contenido mostraba que las Abuelas, con sus formas de trabajo artesanal, habían logrado darse una fuerte estrategia con dos objetivos: alzar la voz dentro de Argentina para romper el silencio dictatorial y, a la vez, denunciar en el exterior los secuestros para lograr apoyo internacional.
En la primera página del N° 1 se informa que se tenía identificada la desaparición de 90 niños y bebés, y que las Abuelas habían tenido numerosas entrevistas en las que presentaban una carpeta probatoria y testimonios de la desaparición. Se menciona que su único y feliz logro había sido localizar a Laura Jotar Britos y a Tatiana Ruarte Britos (en 1980). En la página contigua, figura un gráfico de las redes creadas, que ocupa el centro de ese primer ejemplar y revela, así, la capacidad política de la organización y el respaldo con el que contaba en el mundo.
Informaciones salió a la luz en el mismo mes en que la dictadura, consciente de la existencia de malestar social, había iniciado la Guerra de Malvinas. Madres y Abuelas lanzaron en aquel momento la consigna “Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también”. La importancia de la información siguió en el centro de la doble estrategia de Abuelas en los años siguientes. Los sucesivos números del boletín fueron dando cuenta de su accionar.
La publicación fue una herramienta política: mostraba la consolidación de la organización y le abría puertas. Era distribuida dentro y fuera del país, y entregada en mano a quienes se acercaban a Abuelas. Al ofrecer un lugar de enunciación y una voz propia dentro del movimiento de derechos humanos, esta pequeña publicación fue un paso importante en el proceso de institucionalización de Abuelas. La organización terminaba de autonomizarse de Madres de Plaza de Mayo, en cuyo seno había surgido, para transformarse en una “asociación independiente”, como se presentaba en el primer número.
Informaciones tuvo 38 números entre 1982 y 1994. Por las variaciones en la periodicidad de su publicación y los cambios en su contenido, pueden identificarse dos etapas. La primera con los primeros siete números, mensuales, comprende desde abril hasta octubre de 1982. Luego se discontinuó a raíz de la necesidad de llevar adelante otras estrategias de búsqueda en el contexto de retorno de la democracia y dificultades económicas. En 1986 comienza la segunda etapa, en la que la tía Alba Lanzillotto se hace cargo de la publicación. Si bien tuvo una periodicidad más irregular, contó con más páginas y contenidos. Las notas sobre las restituciones de niños y niñas ocuparon un lugar central: se denunciaban aquellas que eran trabadas por la justicia o la inacción de los sucesivos gobiernos, pero también se celebraban los reencuentros exitosos. Comenzó a aparecer la palabra de las nietas y nietos, a través de poemas, relatos breves y cartas que expresaban el cariño hacia las Abuelas y la felicidad por el reencuentro con sus familias, también la tristeza por la desaparición de sus madres y padres. Por razones económicas, el boletín dejó de salir en 1995 y sus últimos números se publicaron con retraso. Durante esos años Informaciones constituyó una herramienta clave de las estrategias de comunicación –y es el principal antecedente del actual Mensuario, que se publica desde el año 2000. Para el momento en que deja de imprimirse, las Abuelas se habían convertido en una referencia dentro del movimiento de Derechos Humanos a escala global, a pesar de las adversidades, y habían restituido a 52 niños, niñas y jóvenes.