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Noticias · 22 de mayo de 2023

“Donda era un hombre de autoridad dentro del grupo operativo”

  • Fuente: Abuelas
  • Autor: Abuelas

En una nueva audiencia del juicio por la apropiación de Victoria Donda, declararon tres sobrevivientes de la ESMA.

Mercedes Carazo es sobreviviente de la ESMA. Fue secuestrada en octubre de 1976, cerca de la Escuela Normal N° 4, donde hizo sus estudios secundarios, y llevada a la ESMA. Como mano de obra esclava, fue enviada con otros prisioneros al centro Piloto de París y luego devuelta a la ESMA.

“Tras haber estado en París, me bajaban al sótano a leer periódicos en lenguas extranjeras. En momentos en que yo estaba trabajando, entró un señor de civil, me preguntó quién era y qué hacía. Yo estaba con otro detenido y le pregunté quién era. ‘Este está habitualmente por aquí, no sé qué es, pero tiene una parienta detenida embarazada’”, contó Carazo en el juicio por la apropiación de Victoria Donda, refiriéndose al único imputado en la causa, Adolfo Donda.

Carazo conocía el tema de los partos en la ESMA. El 1° de abril, después de un par de años de libertad vigilada en la Argentina, se exilió en Perú, donde sigue viviendo. “Tiempo más tarde asocié aquel episodio al nacimiento de Victoria Donda. También conocí la historia de parte de la sobreviviente Lidia Vieyra”, manifestó.

Posteriormente, declaró la sobreviviente Susana Ramus, socióloga de profesión, secuestrada entre enero de 1977 y enero de 1979 en la ESMA, quien confirmó la presencia de Adolfo Donda en el centro clandestino. Ella vio a “Palito” o “Gerónimo” por primera vez a mediados o finales de 1977 en el sector conocido como El Dorado.

“Me causó mucha impresión. Él estaba hablando con unos suboficiales administrativos, también estaban dos compañeros que estaban en esa sala, y él dijo que se les había ‘quedado’ alguien (se refería a la tortura), y que creía que la persona torturada no sabía nada. Recuerdo muy bien sus características físicas: rubio, bigote, de mediana estatura, delgado”, relató. Luego se lo cruzaría una o dos veces más pasando camino a la oficina de inteligencia.

El último testigo de la jornada fue Martín Grass: “Fui secuestrado el 14 de enero de 1977, llevado a la ESMA y estuve allí hasta finales de 1978. Conocí un oficial que usaba de nombre de guerra ‘Gerónimo’ o ‘Palito’. Lo vi aparecer por el sótano a fines de julio del 77, daba la impresión de que estaba recorriendo el lugar. Lo volví a ver a fines del 78, como Gerónimo. Aparecía como un hombre de autoridad dentro del grupo operativo, cuya tarea era la detención o el secuestro de quienes terminaban en manos de Inteligencia”. Grass también supo pronto que Donda tenía una cuñada embarazada en la ESMA.

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