Noticias · 03 de mayo de 2022
“Crecí con la certeza de que la íbamos a encontrar”
- Fuente: Abuelas
- Autor: Abuelas
Las hermanas Lavalle Lemos relataron el secuestro de sus padres, la apropiación de María José, nacida en cautiverio, y la búsqueda y el reencuentro tras su restitución.
La nieta restituida María José Lavalle Lemos, responsable del área de genética de Abuelas, declaró en el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en Pozo de Banfield, Quilmes y Lanús. “Mis papás, Mónica Lavalle y Gustavo Lemos, fueron secuestrados con mi hermana María y llevados a la Brigada de Investigaciones de San Justo. Tiempo después, a mi hermana la dejan en lo de un vecinos de mis abuelos y a ellos los llevan al Pozo de Banfield”, relató. Allí, una sobreviviente, Liliana Zambano, se enteró por Gustavo que Mónica –a quien ya habían trasladado– había dado a luz. Y María José fue apropiada por una sargento de la Policía Bonaerense, Teresa González, que presenció el parto y ni bien salió la niña se la quedó.
A mediados de los años 80, por denuncias recibidas, desde Abuelas se la pudo localizar pese a que la apropiadora, anoticiada de la causa judicial contra ella, se iba mudando para que no la encuentren. En 1987, el juez ordenó que se le realizaran los análisis de sangre y así se comprobó que era la hija de Mónica y Gustavo y pudo volver con su familia.
Más tarde, prestó testimonio su hermana María, psicóloga de profesión y ex integrante del equipo terapéutico de Abuelas. “Mi mamá era geóloga y maestra, mi papá estudiaba Filosofía y realizaba artesanías con cuero. Desde diciembre de 1975, vivían en el barrio San Fernando de José C. Paz. Ya habían dejado de tener militancia política y decidieron comprar un terreno allí y construir una casa. Sí tenían participación barrial, todavía era un descampado, había pocas familias y casas que se estaban construyendo. Eran muy queridos por los vecinos”, contó.
La noche del 20 al 21 de julio de 1977, cuando se produjo el operativo, María tenía un año y tres meses, Mónica 25 y Gustavo 22. Revolvieron toda la casa, se llevaron objetos, saquearon el taller de Gustavo en el fondo y subieron a la familia a un camión. Luego de ser devuelta a sus abuelos, María creció sabiendo que tenía un hermano o hermana. “Crecí con la búsqueda y la certeza de que la íbamos a encontrar”, afirmó. Su abuela materna, Haydée Vallino, fue una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Y a su hermana María José, finalmente, la conoció en un juzgado, y desde entonces empezaron a vivir juntas.
En la misma audiencia declararon la mencionada Liliana Zambano, quien además dio cuenta de otra embarazada de Pozo de Banfield, María de las Mercedes Funes, y de su pareja, Gabriel Estévez, cuyo hijo o hija seguimos buscando, y también Mónica Quiñones, vecina de Gustavo y Mónica en José C. Paz. “Teníamos un vínculo solidario. Éramos unas cinco o seis familias pero éramos como una sola”, dijo. Hoy la calle donde vive se llama Mónica y Gustavo, en homenaje a ellos.